David
Sims declara que entró en el mundo de la fotografía de modo casual, como
ayudante cuando era adolescente y no encontraba nada que le preocupara. Empezó
a formarse y encontró en la fotografía el modo de expresar su interés por el estilo
y la creatividad.
Asegura que siempre estuvo preocupado
por crear un estilo diferente, no quería que su trabajo se pareciera al de ningún
otro coetáneo suyo, piensa que defender el estilo propio es una prioridad que
debe tener el artista, aunque del mismo modo defiende que el trabajo comercial
indica unas pautas en su trabajo.
Desde hace tiempo cataloga su trabajo
como puramente comercial algo que ha estado buscando durante largo tiempo, aún
así asegura que esto sucede cuando ya llevas un tiempo trabajando y en cierto
modo se adquiere un bagaje y experiencia personal.
Confiesa que son muchos los autores del pasado los
que le han influenciado pero que sobre todo se inspira en el mundo de la música,
no le interesa el estudio detallado del escenario sino los personajes que
aparecen en su obra, además reivindica el valor de la fotografía sin exceso de
retoque, comenta que desde hace poco trabaja en digital por exigencias de sus
clientes y que esto le ha ahorrado un tiempo considerable, pero no defiende el
retoque asegura que con poca posproducción sus obras están tal y como las
planteaba en un principio.
Como consejo defiende la idea de que todo aquel fotógrafo
que está empezando a desarrollar su obra debe viajar y experimentar su
creatividad con aquello que le preocupa y que le interesa sin dejarse intoxicar
por el mercado.
“Es
difícil trabajar si pretendes cumplir las expectativas de los demás.”
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